
Padrinos para el Sacramento del Bautismo
¿Quién puede ser padrino o madrina?
Los padrinos tienen la tarea de ayudar a los recién bautizados en el camino de la vida cristiana y tienen la responsabilidad de ayudar a construir y proteger la gracia otorgada en el Bautismo (cf. CIC, 1255).
Debido a que desempeñan este papel espiritual muy especial en la vida de su hijo, la Iglesia sostiene que deben ser católicos plenamente iniciados, mayores de 16 años; haber recibido el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación; y llevar una vida de fe de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Los padrinos deben vivir una vida de fe de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Al considerar a los padrinos de su hijo, pregúntese:
¿Quién ayudará a mi hijo en el camino hacia la santidad para convertirse en santo?
¿Qué significa vivir una vida de fe según
las enseñanzas de la Iglesia Católica?
Algunas cosas para tener en cuenta…
Estado civil
Un católico soltero está llamado a vivir una vida de castidad. La cohabitación con una pareja no casada, por ejemplo, viola la creencia cristiana sobre la santidad del matrimonio; los católicos solteros que cohabitan no pueden ser padrinos.
Un católico bautizado está obligado a estar casado en la Iglesia. El matrimonio civil no está reconocido a los ojos de la Iglesia. Si tiene un matrimonio civil, puede convalidar su matrimonio en la Iglesia. Hasta que su matrimonio sea convalidado, los católicos que solo están casados civilmente no pueden ser padrinos.
Aquellos que deseen comenzar el proceso de convalidación de su matrimonio por/en la Iglesia están invitados a comunicarse con Tania Gutiérrez, Asistente Pastoral para Ministerios Hispanos.(correo electrónico).
Qué significa ser católico practicante:
Los preceptos de la Iglesia Católica, que se encuentran en el Catecismo, 2041-2043, presentan los requisitos mínimos para ser considerado católico practicante. Estas prácticas son las necesidades espirituales básicas para que vivamos una vida de fe:
Asistir a Misa los domingos y los días de precepto
Acudir al Sacramento de la Confesión al menos una vez al año
Recibir el Sacramento de la Eucaristía al menos durante el tiempo litúrgico de Pascua
Observar los días de ayuno y abstinencia de carne de la Iglesia
Ayudar a cubrir las necesidades de la Iglesia (diezmar en tiempo, talento y/o tesoro)
